Abran dijo mi madre en el nombre de Dios.- de todos modos no tenemos nada que nos roben. Mi hermano fue y les abrió la puerta, corrí al corral y me subí al techo de tejas para esconderme de los ladrones.
Entraron tres hombres con las carabinas apuntando como para disparar, gritando fuerte para que les diéramos todo lo que tuviéramos de valor o nos daban de tiros.
Mi pobre madre toda espantada, pero con gran valor les dijo que agarraran lo que quisieran y que se fueran que no nos espantaran. así fue entraron agarraron las pocas gallinas y la única puerquita que teníamos;ni la olla de los frijoles y el canasto de tortillas se escaparon ,se los llevaron.-¿donde está su viejo?le preguntaron a mi madre,- se fue a trabajar llega al oscurecer -respondió mi madre.
Sera que eramos tan pobres que no teníamos riqueza que nos robaran , nuestros tesoros eran los animalitos,se fueron riendo con nuestra única riqueza.- solo dijeron que era para la revolución , así como entraron salieron de la casa.
Yo los vi marcharse desde arriba del techo donde me escondí,vi como ya en la calle se juntaban con otros que bajaban por las calles cargados con costales chivos y demás animales.
Todo era fruto de su robo a las demás casas, Pero dejen contarles que me llamó la atención el pobre hombre que llevaban amarrado de las manos y jalando desde un caballo para que caminara o que casi corriera al paso del caballo.
Lo golpeaban muy fuerte ,gritando toda clase de insultos,eso me recordó a la semana santa.como un cristo.moría de ganas por ver qué destino tendrá este pobre hombre.
Me preguntaba que le harían ,¿lo crucificaran, lo fusilaran,lo colgaran de algún mezquite?.
¿cual seria su fin?, pero también me preguntaba¿ qué delito cometió para que lo maltrataran así?¿que fue lo que hizo?.
No pude resistir la duda,y al ver como corrían los chiquillos tras de el, me brinque para fuera de la casa y corrí por la calle tras de los bandidos,soldados,revolucionarios o lo que fueran.
Mi curiosidad venció a mis miedos,me encontré con más chiquillos, que como yo querían verlo todo, seguirlos para despues contar todo lo que paso.
Los fui siguiendo a una prudente distancia para ver lo que hacían con el pobre hombre amarrado; así poco a poco fuimos saliendo del pueblo , pasamos por "el ojo de agua", con rumbo a Capitiro,más adelante estaba un mezquite grande que ya contaba con una que otra flor amarilla, ahí fue donde se detuvieron, se pararon todos y tiraron una reata a lo alto del mezquite-!lo van a colgar¡-gritaban todos los mirones, la verdad nunca vi un ahorcado menos la forma en que lo hacían, nunca vi ni un muerto para decir la pura verdad.
¿Como le iran a ser?-me preguntaba lleno de emoción, nervios y miedo, todo a la vez.Tenía ganas de regresarme a casa, quizas mi madre ya noto mi ausencia y me andara buscando toda preocupada, pero me voy van a decir que soy un rajon, Me tengo que quedar a ver lo que pase, ya ni modo ahora me aguanto.
El hombre comenzó a gritar y suplicar que se escuchaba clarito por todo el camino,-!No me maten- por favor- por lo que mas quieran , no me maten por Dios Santo no me maten¡-la piel se me ponía chinita ,hasta los cabellos sentía que se me paraban- sentí el impulso de gritarles--!No lo maten¡-sentí ganas de soltar en llanto.Pero tenía que ser fuerte aguantar para que mis amigos vieran que soy muy macho para ver esta desgracia.
Al pobre hombre le pusieron la soga al cuello y amarrando el otro extremo a la silla de un caballo, el jefe del grupo dio la orden y jalaron la reata con el caballo alzando por los aires al pobre hombre el cual se retorcia, pataleaba desesperado pues tenía amarradas las manos, la cara del ahorcado se contorsionaba de una forma horrible, sus ojos saltones y desorbitados su lengua de fuera,con fuertes ruidos que salían desde el fondo de su garganta, que eran verdaderamente aterradores.Abajo los revolucionarios se reían, burlándose de una forma que daba asco y ganas de vomitar.
La función se terminó y los revolucionarios se fueron. dejando al hombre colgado meciéndose al par del viento, Todos los mirones nos regresamos poco a poco al pueblo,yo no tenia fuerzas ni para caminar,sentía asco, repugnancia,me sentí enfermo por todo lo que vi; fueron muy injustos con este pobre hombre,porque Dios permitio que pasara esto, que cosa tan espantosa, que pecado hizo para merecer este castigo; fue muy humillante,porque mejor no lo fusilaron,.
Mi mente me daba vueltas y más vueltas sin encontrar justificación para esta injusticia tan cruel.
Llegue a la casa encontrando a mi madre toda preocupada,- porque no me encontraba por ningun lado-me regaño y a la ves me abrazo al verme todo pálido y débil, no podía estar de pie, no sentía fuerzas.Fue tan grande mi trauma por todo lo que vi para mis ocho años de vida. quedó grabado para toda mi vida.
Dure dias enfermo, no podía probar comida, si comía algo lo vomitaba de inmediato, tenía pesadillas,en todas partes se me figuraba la cara desproporcionada del ahorcado, hoy que ya pasaron muchísimos años de esto, aun tengo pesadillas y despierto agitado gritando de espanto.Nunca supe por que lo colgaron, ni de donde era ni su nombre.
Ruego a Dios por su alma y su eterno descanso.
El mezquite ya no esta, ya no existe, pero en su lugar hoy existen varias cruces de accidentes de autos,muertes trágicas, tristes, me dan mucho en que pensar,mas sin embargo cuando paso por este camino a Capitiro vuelve a mi el horrible recuerdo que dejó grabada mi vida para siempre.
en recuerdo de J.Socorro M.
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